Premios del Presidente a la Excelencia

Es un honor para mí recibir el Premio del Presidente de Southcoast Health. La ética de trabajo que me inculcó mi educación, basada en la lealtad y en ir más allá, ha sido mi guía, pero este reconocimiento también pertenece al increíble equipo con el que trabajo. Juntos, sacamos lo mejor de nosotros mismos y creamos un entorno de trabajo fantástico.

Más que medicina es: Compromiso

Podría decirse que llevo Southcoast Health y Charlton Memorial Hospital en la sangre. Mi madre, Lois Wilding, fue enfermera aquí durante 50 años y ella misma recibió el Premio del Presidente en 2002. Yo llevo aquí 35 años. Mi filosofía -especialmente en tiempos de crisis- es: simplemente haz las cosas. Lo que hace mi equipo es crucial porque proporcionamos a los médicos lo que necesitan para hacer su trabajo sin problemas. Durante la epidemia de SRAS, mi hermana estuvo hospitalizada y vi de primera mano todo lo que se utilizaba para tratarla. Cuando sé que he proporcionado al personal clínico las herramientas que necesita para atender a sus pacientes y veo cómo repercute en ellos y en sus familiares, eso me motiva. Tiene un profundo impacto.

Más que medicina es: Ir más allá

Mi trabajo en el equipo de DHS apoyando la integración de Epic para cardiología y radiología es a la vez desafiante y gratificante porque permite una mejor atención al paciente. La forma en que Southcoast Health está siempre aquí para nuestros pacientes me inspira a devolver. Hago mucho trabajo voluntario y hago turnos extra en St. Luke's como flebotomista. Soy copresidenta del Grupo de Recursos para Empleados (ERG) More Valor y miembro del ERG More Abilities y del Comité de Reconocimiento de Southcoast. Como madre de un niño con autismo, soy consciente de lo difícil que puede ser encontrar los recursos adecuados. Estoy constantemente investigando y compartiendo información para que otros padres de Southcoast Health puedan acceder a servicios que quizá no conocían. Un poco de amabilidad puede llegar muy lejos.

Más que medicina es: Ser alguien que ayuda a calmar la tormenta

Estoy orgullosa de trabajar aquí, en Southcoast Health, ayudando allí donde se me necesita. Mi trabajo no es clínico, pero me considero un apoyo para nuestros colegas que están de cara al paciente. Cuando necesitan información rápidamente, soy capaz de hacérsela llegar. Doy 110% a todo lo que hago para que, cuando esté hecho, sepan que he dado un paso adelante y he hecho más de lo que me pedían. Siento alivio cuando resuelvo un problema que ahorrará tiempo a alguien y le facilitará el trabajo. Mi filosofía es la integridad. Nunca quiero mirar atrás y pensar que podría haber hecho un trabajo mejor.

Más que medicina es Compasión

Me gusta pensar que un poco de compasión marca la diferencia. No puedo abandonar físicamente una habitación sin preguntar: "¿Hay algo más que pueda hacer por usted?". Si no digo esa frase, mi interacción con un paciente se siente incompleta. Como vengo de trabajar en la Unidad de Cuidados Intensivos, también es muy importante para mí atender a los familiares. Eso significa abordar sus preocupaciones sobre sus seres queridos, establecer esa conexión, crear esa confianza con ellos para que cuando salgan del hospital puedan sentirse seguros de que su familiar está recibiendo los mejores cuidados.

Más que medicina es Trabajo en equipo

Southcoast Health es muy especial a muchos niveles; es realmente una familia. Llevo aquí 15 años y nunca lo he sentido como un trabajo. Apoyar a las enfermeras es mi pasión. Mi objetivo como líder es mantenerlas comprometidas y asegurarme de que se sientan valoradas y cuidadas. Me considero una maestra y una persona de contacto. Si sé algo, quiero compartir esos conocimientos con los demás y guiarles en situaciones difíciles para que puedan crecer y sentirse seguros de sí mismos. Todo ello se traduce en ofrecer la mejor experiencia al paciente. Si puedo influir en una sola persona, lo considero una victoria.

Más que medicina es: Encontrar el equilibrio

Como hospitalista nocturno, realmente tengo la oportunidad de acercarme a mis pacientes. Veo la vida como un círculo completo. Atiendo partos cuando es necesario y estoy ahí para transmitir una sensación de calma en los últimos momentos de alguien. También me encanta el equilibrio que me proporciona mi trabajo. Tengo tres niñas pequeñas y me encanta estar con ellas. Horneo con ellas, las recojo del colegio y tengo todos los momentos especiales que puedo. Luego me pongo a trabajar por la noche para hacer el mejor trabajo del mundo. Y la guinda del pastel es que trabajo con la mejor gente. Somos todos para uno y uno para todos.

Más que medicina es Tener perspectiva

Como enfermera oncológica del turno de noche en el Hospital St. Luke's, desarrollas una perspectiva única de la vida. He aprendido que la vida es un verdadero regalo y siempre estoy agradecida por mi salud y la de mi familia. Cuando alguien se enfrenta a un diagnóstico terminal, es importante saber cómo entrar en la habitación. Es como ser un camaleón. Cambias de energía, de voz, de persona, incluso de movimiento corporal, para que el paciente y su familia se sientan atendidos, importantes y, sobre todo, humanos. Puede ser un trabajo muy duro, pero sé que tengo mucha suerte de volver a casa y pasar tiempo creando recuerdos con mi familia. Mi trabajo me recuerda que debo apreciar cada segundo que paso con ellos.

Más que medicina es: Causar impacto

Llevamos 20 años recopilando datos en diversos ámbitos y ahora podemos utilizarlos en beneficio de nuestros pacientes y de la comunidad. Trabajo con mucha gente inteligente, y sería imposible hacer este trabajo sin ellos. Suelo trabajar entre bastidores, pero recibir este premio de mis compañeros me hace sentir muy orgulloso y humilde. No podría hacerlo sin ellos. Siempre pregunto a la gente "¿Cuál es tu razón de ser?" y puedo decir que mi "razón de ser" son mi mujer y mis hijos. Nuestra familia ha experimentado personalmente el impacto de la aplicación de flujos de trabajo basados en datos a los protocolos clínicos y cómo los datos salvan vidas al desencadenar respuestas rápidas en circunstancias extremas. Me siento muy honrado de formar parte de la comunidad de Southcoast Health y no podría pedir un equipo mejor con el que trabajar.

Más que medicina es Comunidad

Al ser el mayor de tres hermanos varones, siempre fui el pacificador de mi familia, y creo que eso me ha acompañado durante gran parte de mi vida. Además, todos jugábamos al béisbol, por lo que la mentalidad de equipo está en el centro de todo lo que hago. El equipo de farmacia de Tobey es lo que realmente me mantiene aquí. Trabajamos juntos a la perfección para asegurarnos de que el paciente tiene la medicación adecuada cuando más la necesita. Me siento abrumada por recibir este reconocimiento. No soy el tipo de persona que "acapara toda la atención". Me gusta hacer frente a los retos sin perder la calma, y quizá por eso mis colegas han decidido honrarme de esta manera. Esta es una gran comunidad y me encanta vivir aquí con mi familia. Mi trabajo me llena de orgullo al saber que ayudo a la gente que vive donde vivo.

La comida es una gran parte de mi vida y creo que, en el fondo, disfruto cuidando de la gente. En casa me encanta cocinar, ver programas de cocina y practicar mi oficio. Creo que la comida de hospital tiene mala fama, pero me enorgullece asegurarme de que utilizamos productos de la mejor calidad posible. Estuve en el mundo de la restauración gran parte de mi carrera, empezando a los 15 años lavando ollas y sartenes. A medida que fui creciendo, empecé a buscar un mayor equilibrio entre el trabajo y la vida personal, y me dijeron lo estupendo que era trabajar para Southcoast Health. De eso hace ya 10 años. Me encanta el equipo e intento estar en la planta todo lo que puedo, ayudando y formando a la gente. Disfruto mucho con lo que hago e intento dar el cien por cien cada día.

Me dediqué a la medicina porque quería cuidar de la gente a la que quiero. Pero mi viaje empezó realmente a los 12 años, cuando a mi abuela -mi mejor amiga, que ayudó a criarme- le diagnosticaron Alzheimer. Recuerdo la primera vez que olvidó mi nombre. A los 16 años ya era auxiliar de enfermería. Más tarde, mientras estudiaba enfermería, mi madre y yo hacíamos turnos para cuidarla. Pudimos mantenerla cómoda y en casa hasta que falleció. Me pasé a la medicina en parte para encontrar algún tratamiento mágico que la salvara, pero también me permitió darle la mejor calidad de vida posible en el tiempo que le quedaba. Su recuerdo me acompaña siempre y alimenta mi trabajo como NP en Southcoast Health Urology. Realmente disfruto el tiempo con mis pacientes, y mi objetivo es siempre escuchar y tomarme el tiempo que cada uno necesita.